El pasado viernes 30 de mayo tuve la suerte de participar en el Festival Musicaeduca 2014, que se celebró en un escenario de lujo: el Teatro Salón Cervantes de Alcalá de Henares, aunque para lujo… ¡los participantes! 🙂
Para mí, como directora de la orquesta y profesora de agrupaciones de cámara, siempre ha sido un orgullo observar en cada festival cómo el esfuerzo y el trabajo que ponen los alumnos durante el curso recoge sus frutos en forma de ilusión, diversión y ¡muchos aplausos! (bueno, aunque siempre con algún que otro momento de nervios… :P). Pero esta vez echo una mirada atrás, pues son ya tres años los que han pasado desde que empezamos con el proyecto de la orquesta infantil, y me emociono al ver lo mucho que ha crecido en tan poco tiempo, ya no sólo en número, sino sobre todo en nivel musical y personal. Los «veteranos» son ya amigos íntimos y llegan a los ensayos con muchas ganas de tocar juntos (bueno, y de charlar… ¬¬ jeje); los más pequeños se incorporan al principio con caras asustadas, pero cuando llevan ya un par de ensayos y ven lo bien que se lo pasan, ¡no quieren perderse ninguno! Y qué decir de esas nuevas incorporaciones de instrumentos, que para muchos eran casi desconocidos: esa trompa que nadie dejaba de mirar en su primer día, el oboe que suena tanto cuando le tienes al lado o el magnífico fagot, tan alto y con tantas llaves… Por supuesto, ni mucho menos me olvido de mis queridos percusionistas y sus miradas de tensión, especialmente cuando hay que tocar los platillos!! («es que si me equivoco… ¡se va a notar mucho!»), unos valientes…
En este festival han sido cuatro las piezas que ha tocado la orquesta. El bello «Paseo por Venecia» de Juan Antonio Peñalver; la canción «Who will buy?» del musical Oliver! de Lionel Bart, que tan magníficamente interpretaron las cantantes solistas y el coro dirigido por Virginia Llamas; la pieza estrella de este año (que ya hicimos en Navidad), el «Auld Lang Syne», y por último una novedad: una pieza para cello y orquesta que el propio solista «me encargó» que compusiera 😉 la «Danza chelística». Para mí fue muy emocionante poder dirigir y escuchar una obra mía tan bien tocada por Diego Jiménez (de 11 años) y sus compañeros… La verdad es que no se me ocurren mejores intérpretes que ellos, y espero que disfrutaran tanto con la pieza como yo 🙂
Este año he llevado además dos agrupaciones de música de cámara, a las cuales no sabía muy bien qué repertorio poner para el festival, por lo que recurrí a ellos… ¿qué os gustaría tocar? Obviamente surgió lo inevitable: ¡bandas sonoras! No sé si simplemente siguieron su instinto o que en el fondo saben que yo soy también una gran fan (puede que sean ambas cosas… :P). El caso es que el pasado viernes, un quinteto de flauta, oboe, trompa, cello y piano nos transportó nada menos que a Mordor y a la Comarca de «El Señor de los Anillos» (¡con ese magnífico solo de trompa!), y el cuarteto de flauta, violín, cello y piano, por otro lado, llevamos a cabo una «Misión Imposible»: tocar con gafas de sol… ¡Fue muy divertido tocar con ellos! (aunque había que estar muy muy serios…)
En fin, que no puedo más que dar gracias a todo el equipo de Musicaeduca Juventudes Musicales de Alcalá de Henares por hacer que todo esto sea posible y por permitirme ser partícipe de algo tan bonito como ver crecer a través de la música a estos peques y sentir la ilusión de sus padres y familiares.
Enhorabuena también al resto de profesores por el resto de actuaciones, que fueron sencillamente espectaculares y mostraron todo el trabajo que hay detrás. Pero especialmente gracias a Mark, Elena, Laura, Andrés, Inés y Susana, por ayudarme y aconsejarme sobre vuestros instrumentos para la orquesta, que sin duda sin vosotros no funcionaría tan bien 😉
Y como siempre nos ha pasado, después del festival tenemos la extraña costumbre de empezar a pensar ideas para el siguiente… así que ¡os esperamos! 😀